En este texto no abordaré que un personaje (individual) sepa defenderse en varias lenguas, sino el bilingüismo social, a nivel estatal. Muchos países tienen dos o más idiomas oficiales en parte o todos sus territorios. En algunos lugares, el dominio de estos puede ser bastante similar entre toda la población, mientras en otros hay lenguas mayoritarias muy presentes en los medios frente a otras minoritarias, con menos representación.
Al crear una historia audiovisual, existen varias maneras de intentar reflejar la realidad y buscar ser entendido por la mayor parte posible de público nacional.
Cómo mostrar una sociedad que habla dos idiomas
El mundo es variopinto y la ficción tiene la opción de simbolizarlo como prefiera. Eso sí, a esas elecciones la audiencia reaccionará de un modo u otro y las piezas culturales quizá influyan en la sociedad.
Que alguien hable dos lenguas no implica que esté acostumbrado a todos sus contextos lingüísticos posibles. Puede ser que haya circunstancias extremas donde le resulte complicado comprender con claridad lo que se transmite. Habría que tenerlo en cuenta al realizar el planteamiento lingüístico de la historia.
Relaciones entre dos idiomas
Es muy habitual que los idiomas tengan préstamos de otras lenguas cercanas o influyentes. Serán palabras que aparecerán muy de vez en cuando en las intervenciones. Si los creadores de un relato suponen que son muy nuevos y parte del público no entenderá estos términos sueltos, pueden decidir que aparezca el significado de tales extranjerismos en subtítulos esporádicos. Eso lo he visto en alguna telenovela latinoamericana de los últimos años, donde pretenden aclarar a qué se refieren ciertos vocablos del inglés que pronuncian personajes al hablar de negocios, tecnología o últimas tendencias.
Tipos de bilingüismo social
Una historia audiovisual podría mostrar que dos lenguas conviven bastante bien. La gente las puede hablar indistintamente, en determinadas situaciones (escuela vs familia) o cada una en ciertos registros, bien por tradición o diglosia (más adelante se incluye un ejemplo de lo segundo).
Asimismo, hay lenguas a las que sus hablantes directamente entrelazan y cada oración se compone de palabras de las dos, una alternancia de código intrasentencial (code-switching). Este fenómeno sucede sobre todo entre el inglés y las lenguas autóctonas, como por ejemplo el malayo o el tagalo (Filipinas). Las mezclas resultantes a menudo tienen su denominación, como el llanito de Gibraltar. Técnicamente esto también pasa, aunque con sus peculiaridades, en contextos laborales o estudiantiles multilingües.
No me es posible afirmarlo, porque no he encontrado ni el vídeo con el que me había topado ni documentación al respecto, pero una vez vi un trozo de una serie juvenil de la MTV India en que me pareció que los personajes decían frases enteras alternativamente en inglés y en hindi (o urdu, o panyabí). De ser cierto, podría haber una intención de usar de modo equitativo las dos lenguas más habladas del país para normalizarse entre los espectadores.
Del bilingüismo social a una tercera lengua
La fase última de bilingüismo sería cuando de ambas se extrae un sencillo código puente, llamado lengua pidgin. Si la interacción entre dos idiomas diese lugar a uno nuevo con todas sus características lingüísticas plenas y diferenciales, así como empleado por hablantes nativos, se estaría ante una lengua criolla.
Por lo anterior y la constante evolución de las lenguas, tiene sentido que historias situadas en un futuro hipotético no presenten los idiomas de hoy tal cual, sino habiendo cambiado de alguna forma. Por ejemplo, el uso del chino mandarín como uno de los idiomas dominantes y alternado con otros en el espacio, según la película Serenity (2005).
Diversidad dialectal y monolingüismo para normalizar
La lengua propia de Galicia, el gallego, no fue durante siglos el vehículo para el conocimiento (ciencia, cultura) y en parte del siglo XX estuvo también ausente en lo público. Hoy es cooficial con el castellano, pero persiste cierta superioridad social de este, fenómeno conocido como bilingüismo diglósico.
Todos los idiomas tienen variedades dialectales y quizá es menos común de lo esperable que aparezcan en los relatos. En Galicia la gente también habla de cierta manera según el área geográfica. Sin embargo, yo nunca había oído expresarse a nadie de la zona de Finisterre con su seseo o gheada hasta que a través de Mareas Vivas (1998-2002) pude entender la pluralidad dentro de la región. La mayoría de los personajes de una ficción hablaban como los galegofalantes del Bloque Occidental. El medio televisivo me estaba dando a conocer y aceptar un dialecto.
Esta serie monolingüe tomó otra decisión lingüística singular. El personaje de Belinda procedía de la República Dominicana y se expresaba siempre en gallego, aunque con acento latinoamericano. Una persona en esta situación probablemente en la realidad no habría aprendido este segundo idioma tan rápido ni hablado a un nivel perfecto, pero las circunstancias sociales eran especiales y se requería suspensión de la incredulidad. De forma parecida, la misma actriz interpretaría años después a una traficante colombiana en Matalobos (2009-2013).
Como otras televisiones autonómicas, la Televisión de Galicia (TVG) ha intentado desde su creación en los años 80 normalizar el uso de la lengua gallega en todos los ámbitos y lograr equiparar su status al del castellano. Cuando es posible, el contenido de esta cadena era y es totalmente en galego. Como resultado, algunas expresiones se popularizaron, tanto en productos propios como traducidos.