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Industria audiovisual

Las coproducciones internacionales y sus implicaciones lingüísticas

La ficción audiovisual ayuda a conformar gran parte del imaginario colectivo. Producir historias desde la diversidad puede mostrar a los espectadores la pluralidad existente en el mundo y contribuir a su aceptación. En cada una de las fases de una coproducción internacional está presente el multilingüismo.

Celuloide con fotogramas de diferentes colores para simbolizar la diversidad de una coproducción internacional

Qué es una coproducción internacional

Podríamos resumir los tipos de colaboraciones internacionales en producción audiovisual a partir de las definiciones del libro European Film and Television Co-Production (Palgrave, 2018).

Coproducción internacional es aquella colaboración transnacional tanto a nivel creativo como económico. Los países participantes pueden haber firmado acuerdos en los que basarse para formalizar tal cooperación cinematográfica, como convenios bilaterales o directrices para cualquier país dentro de una macrorregión (Europa, Latinoamérica).

Serán coproducciones oficiales si se siguen estos tratados de coproducción y se concede respaldo económico público por representar en el contenido algún aspecto cultural de los territorios que colaboran.

Por otro lado, las alianzas entre empresas privadas para una coproducción (private joint ventures o co-ventures) no requieren determinada representación de sus culturas. Serían, por tanto, coproducciones internacionales no oficiales. Sin embargo, algunos fondos públicos pueden apoyar también esta clase de proyectos.

Se trata simplemente de producciones con participación extranjera (off-shore productions) cuando se aporte algo de financiación o asistencia para el rodaje/edición en ese otro país, a menudo para acceder a una rebaja fiscal. En este sentido, las film commissions de cada ciudad o país fomentan los rodajes en sus respectivas áreas ayudando a encontrar las localizaciones y asesoramiento que se busca durante la preproducción.

Con respecto al porcentaje de inversión, influencia creativa y regalías de cada productora participante, se puede distinguir entre productor mayoritario (majority producer) y productores minoritarios (minority producers). El productor mayoritario que ha impulsado el proyecto se denomina en algunos lugares productor delegado (delegate producer).

Los principales beneficios de coproducir

Las colaboraciones internacionales pueden gozar de tres ventajas, sobre todo si son coproducciones oficiales.

  • Una coproducción oficial podría solicitar financiación a un fondo público supranacional como Eurimages y a uno o Estados (dependerá de la convocatoria). Se dispone así de más oportunidades, especialmente si no hay mucha opción en el país propio.
  • En algunos sitios, como la Unión Europea, existe por ley un porcentaje mínimo de obras nacionales o continentales que los cines y televisiones deben apoyar. Si las instituciones han dado el status de oficial a una coproducción entre empresas de dos o más países, esta se considerará nacional en los territorios de cada productora. Así una coproducción computa como pieza local (y no extranjera) para las cuotas de producción o exhibición/emisión de contenido nacional.
  • Por este motivo y otros, la posibilidad de distribución para las coproducciones acostumbra a ser mayor, aunque cada país tiene su contexto y los datos particulares son a veces muy dispares entre sí.

Algunas cifras sobre la distribución de las coproducciones

Como ejemplo general, podemos tomar los datos de Film Production in Europe sobre los largometrajes co-/producidos por europeos en 2010-2015. De media el doble de coproducciones tuvieron distribución fuera del país (un 62,9%) frente a las posibilidades de las películas producidas por un solo país europeo (solo un 32,1% salió de sus fronteras).

Asimismo, las coproducciones europeas generaron más entradas a sala que una producción nacional. La proporción es 5:3 o 3:1 (el triple de entradas) en función de si se excluyen o no aquellas en las que participaron indirectamente productoras majors estadounidenses.

Como se apunta en esa publicación, debe considerarse que las superproducciones suelen ser coproducciones y atraen más a los espectadores y, por tanto, a los distribuidores. De manera equivalente, yo misma comprobé que, de las 20 películas con participación española más votadas cada año en el IMDb (de 2000 a 2019), más de la mitad fueron coproducciones.

Los idiomas en una coproducción internacional

Las lenguas juegan cierto papel en una colaboración transnacional: en el desarrollo de la historia, búsqueda de financiación, durante la producción y para su exhibición.

Ahora bien, la colaboración formal entre dos países no es la única vía para que haya barreras lingüísticas al producir una obra audiovisual, pues existen diferencias notables entre las variedades de un idioma (dialectos) o plantillas plurilingües en proyectos de un solo productor.

Tengamos siempre presente que hay ciertas zonas con más diversidad lingüística y cultural que otras, por lo que exportar y despertar interés por otros pueblos entre la audiencia será más complicado.

En qué idioma se escribe el guion

En un entorno bastante globalizado, un guion podría encontrar financiación en cualquier país, así como es posible la colaboración entre guionistas que hablan idiomas distintos. Por esto abogan los talleres de Initiative Film, donde es habitual usar el inglés como lengua puente.

No obstante, como destaca la fundadora de esta consultora (en el capítulo 18 del libro citado al comienzo), existen dos obstáculos importantes en el co-desarrollo internacional de guiones: la necesidad de saber inglés o invertir en una traducción a esta lengua para cada borrador del texto. Y eso que a menudo la lengua final de rodaje es otra.

Por razones obvias, con frecuencia el relato que se filmará se escribe en la lengua del director y del productor mayoritario.

Ayudas a las producciones en cierto idioma

Buscar financiación con socios extranjeros puede requerir el dominio de idiomas y presentar proyectos para pedir fondos públicos también, por la necesaria cumplimentación de la solicitud en una lengua extranjera o adjuntar una traducción del guion literario o fases previas.

Por preservación cultural, muchas subvenciones respaldan las historias contadas en determinados idiomas, como las lenguas minoritarias y/o en diglosia. El programa Ibermedia apoya coproducciones independientes de Iberoamérica que estén por lo menos en castellano o portugués.

Rodar en otro idioma

Como también apuntan en el libro antes mencionado, tengamos en cuenta que la organización entre productoras de dos o más países puede conllevar más gastos, tiempo, discrepancias en la forma de trabajar y complicaciones comunicativas. Además, cabe la posibilidad de que algunos proyectos inserten algún elemento cultural o añadan a alguien de cierta nacionalidad únicamente por recibir una ayuda.

En tales circunstancias, entonces, es común que asesores lingüísticos trabajen el acento con los intérpretes cuando no les es nativo, haya traductores en el set para que el equipo se entienda o se necesite doblaje a otro idioma durante postproducción cuando no se utiliza la voz ni idioma de los actores en la obra original.

El idioma de distribución de series y películas

Parece lógico que una producción tenga también demanda en países que hablan esa misma lengua. De la misma forma, es esperable que una coproducción entre Estados que comparten idioma sea bien aceptada por distribuidores y público.

Algunas naciones toman medidas para promover la proyección o emisión de contenidos en ciertas lenguas. Por ejemplo, en España los prestadores de servicios de comunicación audiovisual están obligados a dedicar cierta cantidad a la producción de películas en alguna de las lenguas oficiales; o el catálogo de los servicios de suscripción o televisiones ha de estar compuesto como mínimo por un 15% de obras en estos idiomas (catalán, castellano, euskera, gallego).

La traducción audiovisual permite que comprendan los relatos hablantes de otras lenguas. El programa MEDIA destina parte de su presupuesto a sufragar el doblaje y subtitulado de películas extranjeras (incluyendo coproducciones).


Coproducir películas o series requiere un esfuerzo logístico y de adaptación cultural. También permite conocer otras formas de ver la vida y de expresarse, al mismo tiempo que refuerza las muchas emociones universales que compartimos.