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Industria audiovisual

3 películas que no muestran todo su trabajo lingüístico

El metraje final de una obra audiovisual es el resultado de muchas decisiones. A veces se dejan fuera escenas que, no solo se escribieron, sino que se grabaron. En ocasiones se incluyen en los extras, si bien no suelen llegar al gran público. Por los motivos que sea, entonces, lo que finalmente se ve y escucha en pantalla puede no reflejar el trabajo que hubo detrás. Además, omitir ciertas escenas puede desconcertar o confundir al espectador. En el ámbito lingüístico, sé de al menos estos casos.

  1. Para un largometraje sobre Superman, se encargó el diseño de un idioma ficticio, si bien al final su parte oral no se llega a conocer el filme, solo por escrito.
  2. Al ver The 13th Warrior (1999) a algunas personas nos dio la sensación de que el protagonista aprende el idioma nórdico en una noche. El montaje incluye fundidos y el clima cambia entre secuencias para simbolizar que el aprendizaje llevó unas cuantas noches junto a la hoguera. Sin embargo, esto no es evidente para todos los espectadores. Comenta Carol O’Sullivan, en el capítulo 2 del libro suyo que se cita en Biblioteca, que las cinco escenas diseñadas y rodadas “se editaron sustancialmente”. De todas formas, el esfuerzo lingüístico de esta obra es notable.
  3. En una de las secuencias de Prometheus (2012), un androide le hace una pregunta al ingeniero en un idioma antiguo y este reacciona de una manera que puede sorprender a algunos. Parece ser que, como confirma la versión extendida, ese personaje (y otros) dijo algo en esa lengua antes de que reaccionase así, diálogo que podría explicar lo que hizo luego.

Estos ejemplos muestran que no siempre es perceptible en un relato audiovisual la profundidad a la que se ha tenido en cuenta el lenguaje de su historia. Conviene considerarlo cuando opinamos al respecto.

Tijeras al lado de celuloide y una varita mágica para representar el montaje cinematográfico
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