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Industria audiovisual

Escribir considerando la discapacidad sensorial

El público con discapacidad auditiva o visual recibe de una manera particular las lenguas y otra información de series y películas. Es importante que al elaborar el contenido y preparar su traslado a la audiencia se tenga en cuenta a estos espectadores.

Varios peones de diferentes colores para simbolizar la diversidad de personas, con sus habilidades y discapacidades, y la necesidad de inclusión y accesibilidad

Quienes detectan pocos sonidos necesitan que narración y diálogos se transmitan mediante unos subtítulos especiales (captions que informan también de los detalles de la voz, entre otros) o con lengua de señas de un intérprete, sobre todo si no pueden leer rápido. Por su parte, las personas con poca visión percibirán aquello emitido por el canal acústico, pero no la acción en pantalla salvo si se les explica.

Inclusión al escribir y dirigir

Las historias de otros nos acercan a su realidad, aunque se plantee una situación hipotética. Además, la introducción de personajes sordos, ciegos, con cualquier otra discapacidad o trastorno (comunicativo o autista) permite que espectadores con una situación extrapolable se sientan representados y los demás empaticen y se interesen.

Hay algún episodio puntual en que se usa lenguaje de signos y unas cuantas películas en las que la sordera o la ceguera en distintos grados marcan los acontecimientos. Sin embargo, como aficionada habitual a la ficción audiovisual, me da la sensación de que son pocas obras si tenemos en cuenta estadísticas como la española, donde en 2008 de cada 50 personas al menos una mostraba deficiencias auditivas y como mínimo otra presentaba limitaciones visuales.

En las últimas décadas, como personaje regular y en una serie que no se centra en ello, solo recuerdo que en Covert Affairs (2010-2014) uno de los agentes de inteligencia manifiesta unas destrezas diferentes en parte por haber perdido la vista años atrás.

Asimismo, las producciones en las que participa la actriz sorda Marlee Matlin incluyen un personaje con discapacidad auditiva (que a veces también habla); en sus intervenciones públicas la acompaña un intérprete. Por cierto, en el capítulo de Accused (2023-) que dirigió, se debate sobre poner implantes cocleares a menores sordos.

Actriz estadounidense ganadora de un Óscar opina sobre la representación de la comunidad sorda en la ficción audiovisual

En cuanto al casting y contrato, es probable que si algunos papeles los interpretasen profesionales con estas discapacidades aportarían algún elemento enriquecedor. Por ejemplo, hay quien afirma que los actores sordos tienden a expresar mejor los sentimientos.

La diversidad como parte de la historia

Los contenidos para las personas con discapacidad sensorial están mediados (con una capa adicional) a no ser que se conciban series y largometrajes en los que el signado o la descripción visual sean inherentes a la obra. Esto era lo habitual durante la época del cine silente; las personas con dificultades de audición podían acceder a ficción (y producir) en las mismas condiciones que los oyentes.

Son muchas las posibilidades narrativas por explorar al tratarse de personajes que se comunican y afrontan el mundo y sus obstáculos de formas específicas o se encuentran entre dos comunidades, como los CODA (descendientes de padres sordos). Si bien no hay por qué centrarse en el hecho de ser invidente o no oyente.

En un nivel más práctico y técnico, el guion literario, story board, la banda sonora y ritmo de edición pueden considerar la percepción de la obra original o la accesibilidad posterior. Si la trama transcurre en la parte central de la imagen, permitirá que los subtítulos no tapen nada importante en la zona inferior. Por otro lado, la audiodescripción que escuchan quienes no ven se inserta en los silencios; cuantas más pausas, más oportunidades para estos comentarios sobre lo visual que es relevante.

La accesibilidad desde producción

Es posible contar con la accesibilidad al confeccionar el presupuesto y el plan para producir y distribuir una obra audiovisual y disponer los siguientes puntos:

  • El relato se grabará en un formato al que se puedan integrar fácilmente elementos para su adaptación.
  • Las piezas promocionales contarán también para la adaptación: tráiler, navegación web, DVD.
  • Se buscarán salas, plataformas de televisión (como Movistar+ 5S) y otro tipo de iniciativas preparadas para una recepción adaptada general o individualizada. Por ejemplo, con la ayuda de aplicaciones móviles y/u otras soluciones (auriculares/audioguías, gafas, sistema de bucle magnético para audífonos, etc.).
  • Asegurarse de que el subtitulado y la audiodescripción (tanto el texto como su locución) siguen las recomendaciones de las correspondientes normas UNE para que los personajes sean identificables y lo que sucede resulte legible o inteligible. En España existe el sello CESyA para certificar el cumplimiento y, por tanto, cierta calidad.

Los creadores de productos audiovisuales pueden también colaborar con entidades, participar en estrategias, utilizar ideas o ayudas para la representación y demandar avances legislativos (que reducen significativamente la exclusión).


Las personas con discapacidad auditiva o visual no solo han de acceder a la cultura para que puedan sumar a su vida los relatos y perspectivas de otros, sino que deberían conocer a menudo personajes y elenco como ellos para que imaginen su propio potencial y sus historias pasen también al bagaje cultural de los demás. Así, la diversidad puede valorarse ya dentro de la obra original y después adaptarse el capítulo o película para su recepción.