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Análisis express

Palabras de otra dimensión (ficticia)

Unas cuantas historias audiovisuales plantean que tal vez haya más dimensiones o universos paralelos con los que es posible interactuar de alguna forma, incluso visitar. En el plano comunicativo, podríamos distinguir dos maneras de clasificar estos contactos entre mundos: según la libertad expresiva y según el grado de inmersión en el otro mundo.

Comunicación restringida

En algunas series y películas, las normas del mundo ficticio limitan la comunicación. Sí suele permitirse mover objetos, aunque sea levemente, así que sugerir ideas es factible, por ejemplo, deletreando o editando fragmentos de vídeos. Estos brevísimos mensajes acostumbran a dirigirse a personajes concretos, pero en teoría otros podrían entenderlos también si les coincide percibirlos.

Asimismo, cuando el discurso es elaborado, algunas obras proponen que solo unos pocos pueden captar esas palabras, generalmente los elegidos o una médium, sea a través de visiones o como en este clip de Ghost.

La voz del alma

Para hacer llegar su mensaje al otro mundo, el espíritu de algunos relatos audiovisuales toma posesión de otro cuerpo. El huésped es un solo medio y a menudo no recuerda lo que ha transmitido, oralmente o por escrito. De hecho, puede estar usando un idioma que no habla.

Vela encendida sobre una mano

Por su parte, quien piensa esa idea no está ligado a ninguna nación, de modo que se adapta automáticamente al código de su interlocutor, como el personaje que responde en jamaiquino en Meet Joe Black (1998).

El otro mundo

En la ficción audiovisual sucede que alguien de este mundo va al otro o un ser del otro mundo viene a este y se expresa en una lengua humana. Por cierto, en ocasiones algunos personajes no saben que no deberían estar en ese otro mundo… Alguna alma se ha quedado sin habla de la impresión que le dio darse cuenta de a qué realidad pertenece. Y tengamos en cuenta que un mundo en otro tiempo puede ser/parecer otro mundo.

Pasar desapercibido en otro mundo no solo implica saber las costumbres y la lengua, sino también saber qué expresiones y conceptos existen en cada mundo. Así, una agente pide a alguien que se detenga al grito de “FBI, freeze!”, pero ¿y si en ese universo no existe el FBI?

Por último, querría añadir que, en terror, pronunciar ciertas palabras o la misma varias veces puede abrir la puerta al otro mundo, cual llave mágica a lo paranormal.