Algunas series actuales valoran el título de un episodio como un ingrediente más y hasta lo incluyen en los créditos iniciales. Sin embargo, la tendencia mayoritaria en algunas culturas es no explicitar a la audiencia durante el metraje cómo se llama ese capítulo, pues no lo consideran relevante. El público dispone del nombre en los metadatos de la plataforma, el reproductor o las bases de datos de Internet. Por una parte, es una posibilidad menos de spoiler, que gente como yo agradecemos. Por otro lado, se desaprovecha su potencial.
Además de ser útil internamente durante producción, el título de un episodio es información y, como tal, caracteriza el relato e influye en la experiencia que pueda tener el espectador. Es decir, el nombre de un capítulo puede revelar quién protagoniza esa entrega o avanzar qué sucede, pero igualmente podría ser ambiguo al respecto o incluso despistar adrede.
Desde la consolidación del streaming, la lista de los episodios de la temporada se constituye como un elemento promocional más, especialmente en las series con más expectación, y sirve de teaser.
Asimismo, el título de cada entrega la identifica como una obra artística en sí misma, la encuadra en una temporada y la sitúa dentro de la serie, ante los fans, en las búsquedas… Y, como en las películas, puede ser una ocasión para jugar con el lenguaje.
Titular capítulos también puede conferir cohesión al conjunto, por lo menos de dos maneras:
- Si se establece un mismo patrón lingüístico para todos los títulos. Puede ser algo sencillo, sintáctico y esperado como los de la sitcom 2 Broke Girls (2011-2017), que empiezan por “And The…”. O bien la pauta irá más allá, destacando al protagonista o algo esencial de la trama principal, a veces incluso se recurre a otras obras culturales.
- Cuando refuerza alguna característica de su género, como las comedias que muestran en el título de cada episodio el mismo tono humorístico del guion.
Para más ejemplos de ambos casos, se han escrito unos cuantos artículos al respecto. Esta recopilación del IMDb da una idea de la diversidad de títulos: TV Shows with Unique Episode Titles.
Nombrar los capítulos parece una herramienta que enriquece la ficción audiovisual y que comunica algo al espectador (como también el nombre de los personajes), así que conviene plantearse esta cuestión al distribuir una serie.